domingo

“Todos tenemos un momento en el que ha influido el azar”

O eso dije yo en una entrevista que me hicieron un poco antes de la presentación en el Diario del Altoaragón.
(Que por cierto, fue bien. Hubo bastante gente, aunque todos conocidos, que era lo que se esperaba. Luego fuimos a cenar unas tablitas.)
Mientras termino de revisar los textos que retiré del libro para ir colgándolos, os dejo la entrevista. Que, al final, únicamente es más de lo mismo, pero así gano algo de tiempo.
(Por cierto, ¿sabéis que a Tropo nos han dado el premio al libro mejor ilustrado de Aragón con el libro Leyendario. Criaturas de Agua? Que no me oiga Fernando hablar de la competencia).

Un saludo a todos/as.


Mario de los Santos publica “Cuando tu rostro era niebla”

El azar es el hilo argumental de la última novela de Mario de los Santos, “Cuando tu rostro era niebla”, una intrincada historia en la que Teodoro, un jugador de póquer, terminará por encontrase a sí mismo al descubrir que nada depende de él, “sino de que se den las combinaciones adecuadas o las erróneas”. Un relato alegórico con el que intenta demostrar que “todos tenemos un momento en el que ha influido el azar”, haciendo suyo ese refrán que dice “que el hombre propone, y Dios dispone”

.HUESCA.- El zaragozano Mario de los Santos ha elegido Zaragoza y Polonia, “dos lugares a los que les debía un viaje”, como escenario de “Cuando tu rostro era niebla”, una novela que no califica como “negra”, sino como una “historia de personajes en la que intento mostrar cómo influye el azar en la vida de las personas”. Teodoro Tejedor, un jugador profesional de póquer, es el protagonista de este relato en el que “el azar es una guía que le va abriendo el camino hacia sí mismo. Él cree que controla todo, que es un gran jugador, que maneja su vida personal. Sin embargo, al final nada depende de él, sino de que se den las combinaciones adecuadas o las erróneas”. Una historia que sitúa “en el mundo del póquer porque es muy alegórico, y además muy visual, por lo que permite crear un gran impacto. Al final, de lo que se habla es de un pinchazo que te hace llegar tarde a una cita importante o de esa excursión que has preparado y te llueve, lo que es ese maravilloso refrán de ‘el hombre propone, y Dios dispone’”. Pese a ello, De los Santos considera que lo azaroso de la vida no implica “que el destino esté escrito, cada uno se lo va construyendo, pero, obviamente, no siempre lo puede hacer como quiere, sino como puede, o como las circunstancias le dejan”. Mario de los Santos apuesta para narrar esta historia por un ritmo casi cinematográfico, “muy dinámico, porque me interesa mucho que la gente pueda visualizar rápidamente las escenas que propongo y, además, me parece que no es negar profundidad a la escritura hacerla más plástica”. De los Santos queda además reflejado en el que define como “un relato alegórico, ya que todos tenemos un momento en el que ha influido el azar”. Así, recuerda como tras terminar sus estudios de Química, el azar le llevó a la ciudad polaca de Postman para realizar una beca de investigación, “con tan mala, o tan buena suerte, que me echaron del laboratorio en el que trabajaba. Me empecé a juntar con gente del teatro, que fue un poco por lo que empecé a escribir”. Por ello, ha querido rendir homenaje a esta ciudad, “con la que tenía una deuda pendiente en cuanto a mi escritura”, colocando allí ciertos pasajes de la novela. También su Zaragoza natal es escenario de esta historia, “ciudades en las que estamos y donde también ocurren cosas interesantes”.

Vanessa GODIA
10 de mayo de 2008.