jueves

Encuentro de la asociación Guayente (Conjunciones)



Debe tratarse de una consecuencia de la especialización. O de una degeneración del ser humano. La cuestión es que resulta difícil encontrar en estos días una serie de conjunciones en las personas.
Raramente los escritores que merecen la pena alcanzan el reconocimiento. Y más raros son los casos en que esos escritores encima son divertidos de la leche. Ya no queda gente que pueda maravillarnos en dos campos tan cercanos como la pintura y la poesía. O no aparecen técnicos públicos con espíritu emprendedor o hay que buscar con lupa para encontrarnos una sonrisa detrás de la recepción de un hotel.
Pues tengo mucha suerte. El fin de semana pasado, en medio de una nevada de ensueño, satisfecho de chocolate, cochinillo y boletus, me encontré todo eso.
Aprendí.
Y me dije: leche, claro, poesía, ¿cómo no pude caer?
Gracias Lola, Marisa, Carlos, José, Patricia, Emilio y todos los demás…
No hay nieve que tape ya esa carretera.

PD: Incluso hice reír a una mujer hasta que casi se atragantó.
Fue anecdótico, claro, pero, como dicen en mi barrio: ¿Que no o qué?
En la foto, Carlos, al alimón con Jose (no sé si haciendo o deshaciendo, un muñeco de nieve). Al fondo el Hotel Plaza de Castejón de Sos (no os lo perdáis)

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