viernes

La primera ecografía

Hace poco tiempo unos amigos acudieron a su primera ecografía. Era curioso porque a ella la conozco desde bastantes años y, no sólo nunca había deseado tener niños, sino que tenía muy claro que jamás los tendría. Lo tenía demasiado claro.
Quitando los vaivenes de la vida, recuerdo que, cenando, me contaba el proceso mientras bebía cerveza sin alcohol. Estaba emocionada. Le habían puesto un gel en la tripa y habían pasado una especie de aparato que mostraba el niño en una pantalla. Casi podía verlos a los dos, ella tumbada en una camilla y él agarrándola de la mano. Les pregunté por el sexo del bebé y me dijeron que casi con toda seguridad fuese niña. Explicaron que si se les ve el pene, obviamente son niños, pero si no se les ve puede que sean niñas o que lo tengan escondido o todavía no se haya desarrollado del todo.
La cena fue perfecta, acabamos con todos los platos.
Ayer estuve con Fernando, en su casa. Me dio la portada del libro, estaba sacada por impresora, la había pegado con celo y colocado sobre otro libro para que viese el impacto que iba a causar. Estaba algo descolorida e impresa con las bandas típicas del modo de ahorrar tinta. Mi fotografía es de esas con pose, con cara de interesante (la podéis ver, es la misma foto que hay en el perfil del blog). Me la hizo una amiga, Macarena Cortés, en su terraza una tarde de verano. Cogí la portada, la leí, la giré, la coloqué a varias distancias, la puse entre otros libros, pero, por más vueltas que le di, tampoco le pude ver el sexo.

Y, a diferencia de mis amigos, eso me asustó.





Ecografía del universo


2 comentarios:

Lara dijo...

En la foto sales muy guapo. Y el celo y las bandas de la impresora no ayudan, pero apuesto a que no tienes necesidad de asustarte. Si no ya lo veremos. Yo creo, Mario, que van a ser gemelos. Ya verás. Y gorditos y sanotes, hermosos.

Me ha encantado eso de que la cena fue perfecta, que acabasteis con todos los platos... ¿? En serio, no sé por qué, pero me he quedado pensativa después.

Un beso fuerte.

Virginia Barbancho dijo...

El otro día un amigo me regaló la siguiente frase-joya:

"Me estoy leyendo un libro por dentro"

Risas convulsas aparte, tampoco es ninguna tontería aclarar que lo que se lee es lo de dentro

Si algo tiene que asustar o no, que sea éso...