lunes

Gallur

Experiencia de la buena.
Presentación de “Cuando…” en Gallur, pueblo de unos dos mil y pico habitantes, en la ribera alta del Ebro, zona de riesgo para los libros, créanme, viví tres años en uno de sus pueblos.
No voy solo, me acompañan el inseparable (vulgo Óscar Sipán) y Carmen Salas, mi madrina en este evento. Es gracias a ella, a que le ha encantado la novela, a que me ha buscado la presentación, por lo que apuramos el motor de mi vieja furgoneta para llegar a tiempo.
Me encanta hacer presentaciones en la ribera alta, allá las bibliotecarias, casi todas son mujeres -qué curioso que siempre son las mujeres las encargadas de velar por lo realmente importante para el ser humano- , son verdaderas resistentes, los últimos baluartes antes de que los videojuegos, el fútbol, la barra de bar, las drogas de síntesis, la música electrónica y las motos consigan la victoria total. Aguantan habitaciones llenas de libros, de sueños, de secretos al oído, de tabiques con muerto, sin apenas recursos, con ganas, imaginación y abandono total por parte de las instituciones.
Todo ha sido para la Expo, dicen. Este año aquí no llegó nada.
Antes fue para otras cosas.
Nunca hay para la cultura en los pueblos.
Una vez vino un autor, con eso de las conversaciones con el autor, dicen.
Me gustan estos sitios. Siempre me gustó que Paquirri muriera en Pozoblanco, donde había que morir, en lugar de Las Ventas. El espíritu de La Barraca antes que el de la Escuela de Estudiantes.
Había unas siete u ocho personas y consiguieron que en el auditorio no cupiera un alma.

5 comentarios:

Lara dijo...

suena bien
suena como deberían sonar las cosas casi siempre

me alegro de esas excursiones, y que haya miles, todas

sé de uno que duerme a mi lado que está enfrascado en tu libro, por cierto

Administrador dijo...

Yo me lo paso teta en los pueblos, las personas y los lectores más agradecidos que una pudo toparse llenaron el minisalón de plenos de un pequeño ayuntamiento. Preciosa y certera tu reflexión acerca de las bibliotecarias. Un abrazo, Patro.

Virginia Barbancho dijo...

oooohhhh!!! qué bien suena!

(pues tendré algún tipo de telepatía con Miguel, que yo también lo he agarrado, por fin)

Un beso,

V.

Luis Borrás dijo...

Estimado Mario:
He escrito mi crónica personal de "Cuando tu rostro era niebla", la he titulado "La partida" (un título poco original)
La puedes ver en http://aragonliterario.blogspot.com/
He descubierto ese mundo para mi ignorado de las cartas, mágnificas las citas sobre el juego. Personajes humanos y reales y un misterio y un final bestial. Gracias por tu conmovedora historia.
Recibe mi más cordial saludo.
Atentamente.
Luis Borrás Dolz

Carmen Santos dijo...

Por fin he tenido tiempo de hincarle el diente a tu libro. ¡Me ha encantado! La historia está muy bien tramada y los personajes tienen mucha miga, con su desencanto, su ternura, sus pequeñas y grandes miserias... Ese "Labio Inferior" es todo un filósofo.
Enhorabuena, Mario.