jueves

Más miedos







Me entero esta mañana, por la radio, de un estudio de una academia de astrónomos yanqui de que una pequeña tormenta de energía proveniente del sol podría acabar con lo satélites que tenemos ahí fuera y que controlan los GPS, las comunicaciones, la televisión, la Internet, los misiles…

Me meto en Wikipedia. Y oye, lo ratifica.

En 1859 La Tierra sufrió la mayor tormenta solar de la historia. La aurora boreal del sur llegó hasta los trópicos y, en aquel momento, hundió todos los sistemas de telégrafos. El fallo de estos provocó numerosos incendios. Una tormenta de estas características destruiría la mayor parte de las comunicaciones actuales, siendo necesarios entre 30 y 50 años para restablecerlas.

¿Nos imaginamos ahora mismo sin televisión por cable? ¿Tirando del teléfono fijo de nuevo? (En caso de que las líneas queden operativas). ¿Sin electricidad? Ya que también afecta a los transformadores…

Con lo inofensivo que parece el julio, en la playa, allí arriba, dándonos colorcito para molar más al regresar al curro, y lo cabrón que se puede llegar a poner el lorenzo.

Bueno, según el estudio este, no hay que preocuparse mucho porque la frecuencia de estas tormentas solares es de unos 500 años. Así que hasta el 2359, estamos a salvo.

Eso sí, ojito, no le cabreemos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"La probabilidad nunca da certeza" es la máxima que seguimos los estadísticos, y se cumple en la naturaleza. Si tiras un dado seis veces, la probabilidad es que te haya salido una vez, como mínimo un seis... o ninguna... o las seis veces... la lluvia caída sobre el camping de Biescas tenía una probabilidad de periodo de retorno de 500 años, y ahí tienes 87 muertos y tú y yo lo vimos. Teóricamente hasta dentro de 500 años no habrá otra lluvia igual ¿acamparías allí?

Yo tengo velas en casa... y sobres y sellos.

Caracola Light dijo...

Qué bien escibes, desde mi punto de vista prescindes de lo que sobra y vas directo a transmitir ideas. Me gusta mucho tu "tono" al escribir.