jueves

Contraportada



Me dice un amigo: eh, desamparado, ¿pero de qué va el libro? Que muy bonitas todas estas frases y que te pongan comentarios pero podías hablar un poco del animal, ¿no?

Y me doy cuenta de que es verdad, que hemos entrado a saco y nadie sabe cuál es el argumento. Así, que volvemos al objeto de todo esto y, como estoy vago y no me apetece escribir más, os paso la contraportada del libro.

A ver qué os sugiere. De paso os dejo la portada de nuevo…










“Cuando Teodoro Tejedor, un jugador profesional que el destino se empeña en esquivar, recibe el encargo de jugar una última partida de póquer, comienza una búsqueda que termina siendo la propia historia del ser humano explorando su alma. En su afán por recuperar las viejas habilidades con la baraja, los compañeros de juego, los amores perdidos, los amores recuperados y las hijas que quieren aprender a vivir se conjuran en un laberinto de espejos donde nada es lo que parece.

A través de las mesas de juego, el jugador se ve obligado a tomar nuevas identidades que se enredan hasta difuminar los límites de la realidad. Pero en su mundo Teodoro sabe que el respeto en el póquer se gana y se pierde en una baza, que el lenguaje de los naipes no entiende de edad, color, sexo o religión, que la siguiente apuesta puede terminar de empujarte al precipicio o cambiarte la vida. Porque, como dice el autor a lo largo de la historia únicamente hay dos cosas que desde siempre han hecho perder la cabeza a las personas: el sexo y el azar. Y el azar es un caballo salvaje.

Cuando tu rostro era niebla es una historia narrada de modo casi cinematográfico, al ritmo hipnótico de la sangre. Ambientada en Zaragoza y Polonia, la acción transcurre entre las bambalinas de una ciudad suicida, llevada por personajes que se graban en la retina. Con el olor del aire antes de la tormenta, el protagonista arrastra al lector a una travesía sin rumbo entre la bruma, enterrándose ambos en las preguntas a las que nunca hicieron frente.”


Pues eso, tío, a ver si te he aclarado algo.


12 comentarios:

Caperucito Lorca dijo...

Sé que es muy difícil sacar proyectos adelante cuando no se es "hijo de" o "de apellido tal", pero vale la pena hacer el esfuerzo. La recompensa suele ser bonita.

Mucha suerte.

Miguel Marqués dijo...

La portada es chulísima. Yo cuando empecé a leer cosas así más de persona mayor, tenía un amigo que para catar las novelas se leía el primer párrafo y la última frase. Yo lo copié: los hay que lo consideran una bestialidad, pero a mí me daba mucho morbo; luego dejé de hacerlo porque me di cuenta de que a veces sí es una bestialidad, y no merece la pena el riesgo. Sigo leyendo, algo reticente, las cuartas; esta me ha gustado mucho. Muy cinematográfica, sí, y Zaragoza, Polonia y el póquer como settings me parecen de lo más... off todo. ¡Apuntado queda en la lista! ¡Suerte con él!

Virginia Barbancho dijo...

Pues yo lo que hacía era aprenderme la primera y la última frase, pero sólo después de leerme el libro y si éste me había gustado... pero no antes, Miguel!!!

(Advertencia: no vale hacer examen de frases que me pongo nerviosa y pincho seguro, eh!)

Rocío dijo...

Saltando de blog en blog desde el de Caperucito, he llegado hasta aquí. Te deseo mucha suerte. Tiene muy buena pinta y el título es bastante llamativo. No es lo importante de un libro, claro está, pero es algo que engancha y lo primero que se mete por los ojos.
Ya os contaré cuando caiga en mis manos.

Felicidades.

Mario dijo...

Muchas gracias por el apoyo.
Miguel, canalla, me has dejado releyendo la primera y la última frase del libro todo el fin de semana... Ahora ya no sé qué decir.
Caperucito, no me dejo impresionar por los que navegan bajo la protección de un buen pabellón. Lo nuestro son las tibias y las calaveras. A desbrozar caminos...
Gracias Rocío, espero que además de la pinta, el plato tenga buen sabor.
Un saludo a todos

Anónimo dijo...

Dices que Teodoro Tejedor, el protagonista de la novela es un jugador.
Teodoro: el que adora a dios. Juega con dios.
¿Quien teje la maraña, dios o el jugador?
Se esconden en la niebla de tu rostro, ¿que cosas?
Estoy deseando leer la novela.

Mario dijo...

Ah, anónimo, que bueno el comentario... Nada en los libros aparece al azar... Pero es el azar quien domina todos los libros... Muy bueno.

Por cierto, al resto, os uno en el blog si no os importa...

Rocío dijo...

Gracias, Mario, también te tengo ya en mis arrecifes.

Rocío dijo...

Me ha venido a la mente Veinticuatro horas en la vida de una mujer, de Stefan Zweig que gira en torno a una ruleta, una ruleta de azares, dinero y amor.
¡Qué intriga! A ver si encuentro ya el libro y me sumerjo en las nieblas.

Mario dijo...

Jo, Rocío, con esas comparacines me hago pequeñito...

Filisteum dijo...

Me suena a Alvite, o sea, me suena bien.

espero que acabe mal. Si no, me sentiré defraudado.

:-)

Un abrazo

Administrador dijo...

Muy sugerente, habrá que seguirle el rastro a ese tipo. Un abrazo y mucha suerte, Mario