lunes

Parte II

Y continuamos...

Rodar de noche a la orilla del mar requiere cierto equipamiento. Clásico, pero eficaz. Eva, Berta de producción, Jesús y Toni.



Los eléctricos son criaturas extrañas, adictas al redbull y a la sonrisa pero difíciles de recoger en una cámara porque nunca se agrupan demasiado tiempo. Sin ellos, el cementerio hubiera estado mucho, pero mucho, más muerto... Aqui Marta capturada in franganti... Pero había cuatro más por ahí, siempre por ahí... Me quedó una cerveza con vosotros, flacos...



Y María Jesús, de maquillaje. Milagros, a Lourdes y a ella.



Charo de vestuario, sufridora de descosidos, zapatos y polainas... Aquí, la verdad, que no sé qué estaba haciendo.



Y aquí mi socio, mi broder, compañero de sueños y desvelos, el canalla con el que partirse la cara ahí fuera... Osquicar, lo quieres, lo tienes...



Y el Loren... El autor, paciente y sabio, de todas estas fotos... Así se le veía el último día... Pobre, que no dan ganitas de acurrucarlo, o qué?



Y Toni y Marta... ¿Qué decir? Ni una queja, ni una mala cara, ni un mal gesto (excepto los que mis proverbiales meteduras de pata provocaban en Marta)... Grandes, inmensos, geniales... Nadie resucita como ella. Nadie desentierra como él.


¿Qué sería de los locos que soñamos desde Delicias y Huesca si esta gente no viniera a echarnos una mano y sacarnos de los líos en los que nos metemos?

(¿Me dejo a alguien? Seguro...)

1 comentario:

JALOZA dijo...

Proyecto muy interesante, con ganas de ver el resultado. Me gusta el tema y el sitio elegido.

Borrás me dio noticias vuestras, casualmente yo estaba en la zona y me acerqué al cementerio. Las ánimas me dijeron que no podía ser, que ya tenían el muerto en el hoyo.

Saludos